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domingo, 9 de mayo de 2010

Desierto

La Constitución, ropa por el suelo, el teléfono sonando, cosas que quiero hacer, lo que queda de mis uñas. Café, nervios, mis amigas en el país de las maravillas. Querer. Querer marcharme. Querer quedarme quieta. Los viernes cierro los ojos. Desaparecer. Una copa de cerveza, su mano me pide caricias. "Muy bien Irene", me dices. Conseguirlo todo. O nada. Ni coger ese avión. Ni rebuscar escusas entre los viejos papeles. Mayo es así. Mayo me exprime. La comisura de sus labios dibuja una sonrisa. Le ordeno que me cante. Tranquilizame, le ruego.

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