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domingo, 28 de febrero de 2010

Dispara jazz

Me gusta cuando callas y estás como ausente,
acariciar tu boca con un susurro helado.
Me gusta el sol que dora tu pelo, los domingos
como este inundados de poesía.
Miro los ojos más extenos del cielo, con Neruda,
con Marina,
con la música que
suena en forma de rima.

Miro y veo desde un objetivo que me deja, a veces, capturar los buenos instantes.

jueves, 25 de febrero de 2010

Despacio



Paro el despertador. Corro, llego, pienso. Muero.
Otro día más sin tu saliva. Muero.
Tengo prisa. Mátame.

lunes, 22 de febrero de 2010

Sabores



Abogados, periodistas, matemáticos y vividores. Dicen que la pureza está en la mezcla y, que no importa el destino sino el viaje. Y eso pienso yo, que qué más dará. Si nada tiene sentido. Si hoy nos juntamos y sonreímos.

Y nos olvidamos de que aunque sea diecinueve de febrero cada vez queda menos para un veinte de abril.

lunes, 15 de febrero de 2010

Exportando plátanos

Cambio climático, ¿hipocresía?

Cuando nieva en Madrid los días se hacen impredecibles. Agobian y hay atascos. El frío hace que las personas se vuelvan insensibles. Incluso hay mentes que piensan que la ciudad se llena de personas malévolas, trepas, engañosas.

Cuando nieva hay bolas blancas esparcidas por el cielo y, a veces,hay accidentes. Cuando nieva anochece pronto.

Cuando nieva los días resultan eternos y te siento como si aun estuvieras aquí.

sábado, 13 de febrero de 2010

Dibujando antifaces

Leo poemas en un viernes que está helado, a fuera. El calor de la habitación impide sentir miedo, silencio o soledad. También leo la pesadez de la rutina en mi mirada. Cada mañana lo percibe el espejo, el mismo que algunas noches me ve vestirme de princesa. Pero estos Carnavales se visten de entelequia. En el reflejo sigo siendo la misma, aunque a veces no me gustaría, aunque a veces prefiero soñar. Así retorno a casa, resignada. Otro viernes que se apaga, otra madrugada sumergida entre las teclas y escondida en el edredón.

domingo, 7 de febrero de 2010

U R my teen


Esa noche dijeron que era el principio del Todo. Porque veinte años no son nada (aunque escondían sonrisas inocentes).
Después de tantos meses, nos volvimos a juntar, nosotros y el tiempo, porque acabaron dándonos las seis y allí no había quien nos parase. De esas veces en las que los bailes arrítmicos y las sonrisas se mezclan. Y los besos con el ron o, batallas con sabor a limón. Creo que volví a sentirme viva.

O por lo menos joven.

Supongo que será por Todo lo que nos falta por hacer (que es mucho) y, esperemos que entre ese Todo, hayan magníficos viajes, como me prometiste.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Zarité


Ojalá bastara con no leer más noticias. O con cerrar los ojos y pensar en que nada pasa. Fue un temblor. Un ligero desorden en la vida cotidiana, el doce de enero, mientras yo aprendía externalidades. Ahora Carline Vandome quiere gritar, pero solo enumera algunas palabras. Ha perdido a sus amigas. Dice que tiene miedo de los hombres malos. Y es que cuando la luna ilumina nuestros tejados, que revisten nuestro potencial, en la isla bajo el mar, las linternas buscan corromper la poca dignidad que ha quedado. Es una desgracia. Y a mí me gustaría gritar, pero solo enumero palabras.

martes, 2 de febrero de 2010

La búsqueda

Entraron muy rápido. Impacientes porque hacía más de quince minutos que una periodista había desaparecido. No se percataron del silencio de la sala, iluminada a penas por una pantalla de un ordenador. De espaldas a las investigadoras, alguien tecleaba velozmente.

Entonces, una de las mujeres, conocida en el cuerpo como Palem, se sacó la vara (similar a las reglas que emplearon en el pasado los maestros)e inesperadamente golpeó la mesa.

¡Bum!
Un ruido estremecedor inundó aquel lugar.

- ¡Álvaro! Estamos buscando a la periodista, ¿la has visto por aquí?

En ese momento, el doble de Álvaro se dio la vuelta y, contesó:
- No he visto a nadie por el momento...

A partir de aquel instante, en el que la risa hizo olvidar cualquier desaparición, la investigadora Palem fue renombrada como la Lapesinvergüenza.

lunes, 1 de febrero de 2010

Los victoriosos

El coche recorría las calles lentamente, con temor de llegar a ninguna puerta. El camino de la frustración bajo una melodiosa guitarra. Sus manos entrelazadas no querían separarse un solo instante, al menos no en ese domingo.Otra vez de nuevo juntos, esta vez sin castillos ni estrellas, pero volviendo unidos a la Certeza.

Y a la espera de otro día más.