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lunes, 1 de febrero de 2010

Los victoriosos

El coche recorría las calles lentamente, con temor de llegar a ninguna puerta. El camino de la frustración bajo una melodiosa guitarra. Sus manos entrelazadas no querían separarse un solo instante, al menos no en ese domingo.Otra vez de nuevo juntos, esta vez sin castillos ni estrellas, pero volviendo unidos a la Certeza.

Y a la espera de otro día más.

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