Lo he decidido. Me paso a los precocinados. También dejo mi casa: detesto el aroma del armario vacío. Iré hasta donde quiera mi depósito. Te escribiré cartas, lo prometo. Miraré con los ojos cerrados. Estaré pronto en la cama. Cogeré el autobús a tiempo y no diré más veces de la cuenta nuestros secretos.
Y dejaré de sentirme extraña en esos días festivos que nunca celebro.
Entiendo que te pases a los precocinados. La siguiente vez que vaya a tu casa, quiero ver unas patatas congeladas como Dios manda! =)
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