Pues el viaje se acabó. Se cansaron los ojos de mirar las montañas, llenas de molinos. Se agotó como las teorías cinematográficas. No hay más consejos, ni aspas gigantes. Solo queda un guión, el de la vida. Ahora toca engañarse a uno mismo. Pensar en conseguir el trabajo de nuestras vidas. Escribir el diálogo perfecto, para volver a la vida.
Vigo, ojalá no se me olvide acordarme de ti.
Ojalá no se me olvide acordarme de ti.J.C.
¿personalidad no?
ResponderEliminar