.

.

jueves, 18 de agosto de 2011

Cuestión de plata.

En un espejo VEMOS  cómo una mujer se pinta los labios. Luego canta un tema hasta que lo considera perfecto.

Así son todos sus días, excepto los que sale a comprar carmín.

 

Y yo no soy nadie para cuestionarlo, pues cada uno se paga sus vicios y pecados.

O así suponemos que debería de ser (al menos en esta historia).

1 comentario:

  1. Ayer chillé por ti. Y por un momentó creí que te escuchaba gritar tu desacuerdo con pagar los vicios y pecados de otras personas.

    SW.

    (La revolución te extraña, pero es TOP SECRET, me lo han chivado).

    ResponderEliminar