En un espejo VEMOS cómo una mujer se pinta los labios. Luego canta un tema hasta que lo considera perfecto.
Así son todos sus días, excepto los que sale a comprar carmín.
Y yo no soy nadie para cuestionarlo, pues cada uno se paga sus vicios y pecados.
O así suponemos que debería de ser (al menos en esta historia).
Ayer chillé por ti. Y por un momentó creí que te escuchaba gritar tu desacuerdo con pagar los vicios y pecados de otras personas.
ResponderEliminarSW.
(La revolución te extraña, pero es TOP SECRET, me lo han chivado).