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viernes, 30 de julio de 2010

Yo también soy guardia civil.


El billete nos habló de nuestro destino, estación María Zambrano. Qué importaba. Ni la mayor rigurosidad periodística hubiera acertado en el resultado:
- 3 pérdidas.
- 1 robo.
- 2 lágrimas.
- Incontables carcajadas.
Y sobre todo sal, mucha sal. Total, siempre habrá agua para aliviarse.

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