El billete nos habló de nuestro destino, estación María Zambrano. Qué importaba. Ni la mayor rigurosidad periodística hubiera acertado en el resultado:
- 3 pérdidas.
- 1 robo.
- 2 lágrimas.
- Incontables carcajadas.
Y sobre todo sal, mucha sal. Total, siempre habrá agua para aliviarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario