-No se puede confiar en los jóvenes-fue su sentencia-. Son unos imprudentes.
Uno de los jóvenes se le acercó y le dijo:
-No nos culpéis a nosotros por culpa de vuestras propias limitaciones.
Los jóvenes de hoy en día sois de lo que no hay.
Pero tu no eres como esos jóvenes, de los que se dicen tantas cosas, aunque cantes en el coche, no te caracterizan las limitaciones.S.
Los jóvenes de hoy en día sois de lo que no hay.
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