A veces, los hombres parece que hablan hacia adentro. Las palabras no salen de la boca, suenan dentro. En el estómago, en el pecho, en la carne, en los huesos; resuenan allí. Hablan para ellos, para ellos solos, pero no hablan ellos. Se les oye todo el cuerpo.
Arturo Barea.
¿aplicable sólo a hombre?
ResponderEliminarS.