Por las mañanas creo en que existen las viejas canciones olvidadas, que aun oigo en mi oído, susurradas, cuando me decías “no tengas miedo” y aun no había empezado.
Por las mañanas huyo constantemente de las personas. Las cierro la puerta y las dejo con la palabra en la boca. Apago el teléfono y el fax para no dejar medio alguno que se comunique conmigo. Porque ahora no me apetece afrontar, pensar en facturas y sentirme acosada por los temidos números. No sentirme apresada de ninguna pasión. No sentir nada. Así puedo detener el momento, aquel en que aun dormida soy otra Irene tras los cristales del pesado autobús. Otra Irene antes de que me conduzca de nuevo a mi eterno destino. Eterna rutina. Efímera no-Irene.
Por las mañanas en que sueño escapismos. Esta semana huyo con quien quiera quedarse.
No me gusta tanto pesimismo, tanta negatividad y tanta mierda (hablando rápido y mal) en tu blog (tierno blog).
ResponderEliminarNo está bien tomar decisiones que luego te hagan sentirte así, Irina. A lo mejor es que las decisiones que has tomado no han sido las adecuadas, o que necesitas tiempo para asimilar lo que esas decisiones conllevan.
El caso es que no me gusta esa No-Irina de la que hablas.
Espero que solo sea que los exámenes están haciéndote sentir muy cansada, porque sino, tendremos que hablar de las decisiones que has tomado, y hasta dónde te han llevado.
Y punto. Las siete entradas siguientes quiero que hablen sobre lo bonito que es enero, lo bien que nos va a sentar tener tiempo libre, la cena que vamos a tener en el maldito ojalá ese y un sinfin de cosas BONITAS, Irina,
B O N I T A S !
: ) (L)